Sin duda alguna que la alimentación es uno de los ejes fundamentales del bienestar integral de los individuos, incluso la salud y hasta la condición física depende en gran parte de lo que comemos y la forma como lo hacemos.
La alimentación es parte fundamental de nuestra salud
Y es que ese conocido refrán que dice que “somos los que comemos” no es en vano, ya que los alimentos son el combustible que hace funcionar todo nuestro organismo elevando las expectativas de vida o depreciándolas.
En la actualidad el incremento de las enfermedades asociadas a los malos hábitos alimenticios, ha puesto en alerta tanto a gobiernos como a las organizaciones de salud para buscar alternativas basadas en la educación y concienciación de la importancia de comer bien y de manera balanceada.
Y es que no existe la dieta perfecta, pero si puedes apoyarte en la información existente para establecer una rutina de alimentación sana que te ayude a obtener los nutrientes necesarios consumiendo lo que te gusta y sin poner en riesgo a tu salud.
¿Qué entendemos realmente por malnutrición?
Generalmente cuando escuchamos el término malnutrición pensamos en personas que no comen o poblaciones donde están pasando por hambruna, sin embargo, la malnutrición suele algo más que eso ya que se puede definir al estado desequilibrado y poco adecuado de macronutrientes y micronutrientes que incluyen tanto la sobrealimentación como la deficiencia de alimentos.
Es por ello que lo primero que debes preguntarte es si estás consumiendo los nutrientes necesarios, ya que la desnutrición no solo aparece por falta de alimentos sino también a los que consumen demasiada comida pero no la adecuada.
Cualquier persona puede sufrir de malnutrición cuando no consume los nutrientes que su cuerpo necesita por lo que es importante tomar las decisiones correctas que muchas veces pueden verse impedidas por factores como los precios de los alimentos, su disponibilidad, la apariencia, los gustos y hasta las costumbres de cada cultura.
Y aunque tenemos claro de que no existe una dieta perfecta, si hay pautas específicas que se deben tomar en cuenta para cubrir las necesidades nutricionales de cada individuo adaptadas por supuesto a la edad, sexo, salud entro otros factores.
Entre esas pautas más comunes que recomiendan los especialistas se encuentran:
- Consumir carbohidratos con almidón en la mayoría de los alimentos.
- Ingerir frutas y verduras cada vez que sea posible.
- Comer legumbres cada vez que pueda.
- Consumir lácteos o sus derivados de forma moderada.
- Ingerir carnes en sus porciones normales.
- Consumir azúcar y sus derivados de forma moderada.
- Limitar el consumo de sal y alcohol.
- Mantener un equilibrio energético a través del peso corporal adecuado.
Seis formas para mantener una alimentación óptima
Sin duda alguna que unos buenos hábitos alimenticios se reflejan en la salud y el bienestar de los individuos por lo que el primer paso es ser consciente en que debe haber un cambio bajo ciertas premisas o recomendaciones que sirvan de pauta para programar dicho proceso de cambio, en el que Bite Size Coach Nutricional puede jugar un papel muy importante, marcando la guía y los hábitos a seguir para cambiar la forma de ver la alimentación y mejorar la salud.
Y aunque parezca cuesta arriba tan solo con buscar información y leer artículos como éste es un primer paso para transformar tu vida y comenzar un cambio de alimentación integral.
El primer paso hacia ese cambio es de tipo semántico ya que al adoptar un “estilo de vida sano” estamos programando a nuestro organismo a que cada aspecto de nuestra vida este presente.
Aprender a comer
Aquí se presenta la primera recomendación que se refiere a hacer del comer sano un hábito y esto solo se logra a través de un proceso consciente que muchas veces no podemos controlarlo, pero que con la práctica puede convertirse en un aliado a nuestro favor.
Un ejemplo del cambio de hábitos tiene que ver con la selección de los alimentos, escogiendo siempre a aquellos naturales u orgánicos en vez de los procesados. Esta decisión puede verse reflejada en la sustitución de alimentos por otros como la stevia en vez de la azúcar o el aguacate en vez de la mantequilla.
En segundo lugar está el diseño de una preparación adecuada de la comida en la que se recomienda preparar comidas con ingredientes crudos y preferiblemente cocidos o al vapor, evitando siempre el uso excesivo del aceite y de salsas.
Como tercera pauta está el control de las porciones, las cuales deben estar acorde con el tipo de alimento, haciendo énfasis en mayores porciones para las frutas y verduras y menos para los procesados.
También es importante establecer los horarios de comida tomando en cuenta para empezar el no saltarse los desayuno e incluir pequeñas meriendas saludables para evitar los famosos antojos y atracones.
El hábito tiene un papel fundamental
En quinto lugar debes evaluar el ambiente y las condiciones donde comes y cocinas, ya que aunque sea poco visible ese factor también influye. Cambia con frecuencia tu lugar de comida, evita comer en la cama o frente al televisor, coloca la comida poco sana en platos pequeños y los alimentos como las ensaladas en un bol grande. Estas pequeñas acciones harán la diferencia para que comience el cambio.
Por último es importante que empieces con un trabajo de reconocimiento de cada una de las conductas asociadas al comer. Por ejemplo, si te vas a comer algo es importante que te preguntes si es beneficioso o no y si lo necesitas.
Los estados de ansiedad propician mucho el comer sin motivo, así que respira profundo y si quieres comer aunque no tengas hambre elige la opción más sana.