Al momento de estar a cargo de un instituto, una empresa o cualquier lugar donde se comparta con grupos de personas (las cuales pueden tener un fin determinado) es necesario que el control de la información se construya de una manera adecuada y profesional.
¿Cómo organizar una vitrina de información?
Si bien el entendimiento de las partes se da por la información compartida, también se genera un conocimiento nuevo ante situaciones ignoradas por el receptor.
Tales datos están destinados de manera estática, a ser leídos y procesados y después utilizados para repartir la información. El uso de la vitrina es considerado un medio de comunicación alternativa, no en masa, como la radio o la televisión, sino más compactada al grupo en donde se precisa.
Una persona que lee que el gerente abre vacantes para un nuevo puesto, llevará esta información a sus compañeros y estos a su vez a otros. Así se extenderá el interés del gerente por encontrar trabajadores dispuestos a ejercer en el nuevo cargo.
Simple y sencillo, a través de una hoja de papel impresa puedes trasmitir aquello que desees sin hacerlo de manera verbal.
La comunicación visual entre el receptor y la vitrina contribuye a la distribución de la información y la velocidad de repartición de la misma estará sujeta a la cantidad de flujo de personas y lo detallada y bien explicada que estén los datos.
Una de las características al momento de manejar la información, es como hacerla llegar de manera entendible y ordenada al receptor.
Debido a que una vitrina informativa está hecha para un público determinado (empresas, transeúntes, estudiantes) el mensaje que envía debe contar con ciertos requisitos para que se establezca un canal de comunicación y entendimiento efectivo.
En cuanto a las pautas principales es la organización de la información en el espacio establecido para exponerla, haciendo de la mejor manera un buen uso del espacio para desarrollar todo el contenido que se requiere dar a conocer.
No es correcto colocar la información principal en una esquina superior, lejos de la atención del receptor. El lugar debido sería en el centro, en un tamaño aceptable a la importancia de la información.
Y a su vez distribuir de manera ordenada los demás temas que se quieren dar a conocer a quien le interese, permitiendo así una visualización de la información completa sin sobresaturar el espacio utilizado.
¿Dónde hay que colocar estas vitrinas?
La vitrina exterior informativa deben estar situadas en un espacio adecuado donde pase gente, donde puedan detenerse y leer lo expuesto en ella.
La altura de la misma dependerá de la estatura promedia de los receptores, buscando el ángulo indicado, que no esté ni muy cerca del suelo o muy alto, dificultando su lectura. La estatura promedia variará de acuerdo al país.
El espacio donde se exponga la vitrina debe ser cómodo y que no interrumpa el flujo de personas, también su tamaño dependerá de la información dada, si apenas son pequeñas acotaciones realizadas las que se plasman en la vitrina, de nada sirve una grande que deje zonas vacías.
En cuanto a los materiales utilizados para colgar la información, estos varían mucho. Podemos encontrar entre los más populares, el aluminio arquitectónico con base de corcho, debidamente forrado y donde se pondrán las informaciones por medio de chinchetas.
Tenemos que tomar en cuenta también los colores utilizados para la vitrina
Para una empresa queda inadecuado utilizar colores vividos, puesto que es un lugar de oficina o de un ámbito más profesional, se pueden utilizar colores neutros como gris, blanco o de tonalidades oscuras.
En cambio y para instituciones ya se puede experimentar con colores más vivos, como verdes, rojos, azules, entre otros. Todo dependerá del lugar en que esté expuesta y los mensajes que se quieran comunicar.
Si nos encontramos en el instituto, los colores vivos generarán un interés a los estudiantes que tiene una mente más proclive a la distracción, por lo tanto este tipo de colores suelen atraerlos con eficacia.
Por su parte y en las oficinas, los colores opacos ofrecen un aire de profesionalidad que va acorde con imagen institucional del trabajo.
Por lo general, el nombre de la empresa o institución va colocado en la parte superior y en grande, cubriendo la extensión horizontal de la misma pero dejando espacio para las demás informaciones.
Por mucho que se intente dar de la mejor manera la información, la comunicación efectiva dependerá de ambas partes, tanto como el medio por el cual se comunica, así como quien la recibe y procesa, encargado de interpretar el mensaje.
Este tipo de canales suelen establecerse como los principales en instituciones de gran tamaño, empresas donde cuenten con una nómina amplia de trabajadores o en comunidades donde conviven cientos de personas.
Optar por este medio puede resultar una vía fácil de comunicación con aquellos a quienes nos interesa llevar la información.